Dermatitis atópica: Tratamiento

Es muy importante aceptar que la dermatitis atópica es una enfermedad crónica, que por periodos mejora pero en otros empeora, conociéndose esto último como “brotes”. Algunas personas pueden estar años sin manifestar los síntomas. Aunque es una enfermedad que no se cura, los síntomas pueden mejorar y los brotes disminuir con los cuidados y el tratamiento adecuado.

Dermatitis Atópica


Eliminar los factores desencadenantes:

Es fundamental adoptar una forma de vida que limite todo aquello que pueda agravar la enfermedad. En ocasiones un cambio radical de los hábitos de vida puede controlar la enfermedad sin necesidad de medicamentos. Los principales factores desencadenantes son: calor, sudoración, ambientes secos, cambios rápidos de temperatura, estrés emocional o ansiedad. También la exposición a químicos o sustancias sintéticas como limpiadores, detergentes, perfumes, cosméticos, tejido sintético, polvo o tabaco.

Mantener la piel hidratada

  • Baño: en cuanto a la higiene diaria no está claro si es mejor ducharse o bañarse para mantener la piel más hidratada. Lo ideal es utilizar agua tibia, durante poco tiempo, el uso de limpiadores sin jabón y ricos en aceite, e hidratar inmediatamente la piel tras el secado. Los baños o duchas de más de 15 minutos, con agua caliente, deben evitarse ya que resecan la piel. En algunos casos en los que la piel está invadida de bacterias dañinas puede que su dermatólogo le recomiende añadir medio vasito de lejía en la bañera.
  • Hidratación: la hidratación es fundamental para la piel de los pacientes que padecen dermatitis atópica, ya que su piel tiene tendencia a perder líquidos por su enfermedad. Lo ideal es utilizar cremas espesas o incluso vaselinas. Las cremas muy fluidas, aunque más agradables cosméticamente, no aportan una hidratación adecuada. Nunca se debe aplicar una crema hidratante normal sobre los eccemas, si producen picor al aplicarlos es que están irritando la piel y pueden empeorar la dermatitis.

Tratar los eccemas

  • Corticoides tópicos: Las cremas de corticoides son el pilar fundamental para el tratamiento de los eccemas en los pacientes con dermatitis atópica de leve a moderada. Los corticoides tópicos disminuyen la inflamación en la zona donde se aplica y aportan hidratación. El manejo de las cremas con corticoides es muy complejo, es importante personalizar la prescripción del corticoide según la zona y el tipo de eccema. Las cremas con corticoides se dividen según su componente en potencia baja, media y fuerte. Además, no es lo mismo la aplicación del mismo corticoide en líquido, crema o pomada. El principal efecto secundario de un mal uso del corticoide en crema es el adelgazamiento de la piel, pudiendo producir que la piel sea más sensible y propensa a los eccemas, perpetuando así el uso de corticoides. Por este motivo es muy importante realizar la pauta prescrita por el médico. También se pueden usar realizando curas húmedas, un novedoso tratamiento que se está introduciendo en los últimos años.
  • Inhibidores de la calcineurina: el tacrólimus y el pimecrólimus tópico se utilizan en personas con recidiva frecuente de los eccemas, disminuyendo la utilización de corticoides.
  • Corticoides orales: deben reservarse solo para casos particulares, y evitarse en la infancia. Los corticoides orales bajan las defensas y alteran la producción de corticoides naturales, por lo que hay que utilizarlos con mucha precaución.
  • Fototerapia: está recomendada en casos de dermatitis atópica severa que no se controla con tratamientos tópicos. Es un buen método para el control del brote pero requiere acudir a un centro especializado 3 veces a la semana durante varias semanas seguidas. Además, el uso repetido de esta técnica puede incrementar el riesgo de padecer cáncer de piel.
  • Tratamientos inmunosupresores: en casos de dermatitis atópica severa es necesario utilizar tratamientos fuertes que bajan las defensas pero controlan la enfermedad. Alguno de estos tratamientos son la ciclosporina, metotrexato o aziatropina.
  • Antihistamínicos: Los antihistamínicos pueden utilizarse para aliviar el picor, pero no tratan los eccemas de forma directa. Los antihistamínicos que mejor funcionan para aliviar el picor son los que producen sueño como la hidroxicina (atarax).

Puedes pinchar en el siguiente link para conocer las causas y los síntomas de la dermatitis atópica.