Dermatitis atópica: Causas y síntomas

Dermatitis Atópica

¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una enfermedad que causa eccemas en la piel. Los eccemas se caracterizan por presentar piel seca, descamada y roja con intenso picor. Puede aparecer en cualquier momento de la vida aunque suele ser más frecuente en niños. Los antecedentes familiares de dermatitis atópica así como asma o rinitis alérgica aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad.

¿Cuales son las causas?
Las causas de la dermatitis atópica no son completamente conocidas. En los últimos estudios parece evidente que el factor genético juega un papel fundamental. En la mayoría de los casos, la dermatitis atópica se produce por una disfunción genética de la epidermis (la capa de la piel que está en la superficie). La epidermis es la primera linea de defensa entre el cuerpo y nuestro medio ambiente. La desestructuración de esa capa en pacientes con dermatitis atópica produce que estén en contacto con irritantes, sustancias alérgenas y microbios que pueden causar la activación inadecuada de nuestra defensa. Es mucho más frecuente en gente con otros familiares con dermatitis atópica, o con antecedentes de asma, rinitis o alergias.

Al contrario de lo que cree mucha gente, la dermatitis atópica no suele desencadenarse por una alergia alimentaria, aunque una persona con dermatitis atópica tiene más riesgo de desarrollar en el futuro una alergia alimenticia.

¿Qué puedo esperar de la enfermedad?
La mayoría de la gente que padece dermatitis atópica tiene sus primeros síntomas antes de los 5 años de edad. Lo más frecuente es sentir picor intenso, tener placas rojas en la piel o pequeños granitos y es común la descamación y tirantez. Es muy frecuente que estos síntomas lleven al paciente a rascar, produciendo un incremento de la inflamación de la piel y empeorando los síntomas. El picor puede agravarse durante la noche o después de la ducha debido al calor.

  • Bebés: en niños pequeños es frecuente que aparezcan placas rojas y descamativas o pequeños granitos rojos en brazos, piernas o mejillas. El área del pañal no suele afectarse.
  • Niños y adultos: a partir de los 2 años suele ser más frecuente que se afecten los huecos poplíteos y fosas antecubitales (parte de atrás de las rodillas y zona de delante de los codos). Otras zonas que pueden afectarse son la cara, párpados, muñecas, genitales.
  • Otros hallazgos:
    • Hiperqueratosis pilaris: es frecuente que la obstrucción de pequeños foliculos del vello de los brazos produzca unos puntitos rugosos y en ocasiones rojos en los brazos, piernas e incluso zonas de la cara.
    • Doble pliegue en párpado inferior: un exceso de piel en el parpado inferior que da un aspecto de ojera.
    • Oscurecimiento de la piel al rededor de los ojos.
    • Xerosis: sequedad cutánea.
    • Pitiriasis alba: la aparición de manchas blancas tanto de forma espontánea tanto a la curación de los eccemas es muy frecuente en los niños con dermatitis atópica. Es típico que otras personas crean que son hongos pero no lo son, es simplemente una falta de color de la piel.

¿Cómo se diagnostica?
No hay ninguna prueba o test específico para el diagnóstico de la dermatitis atópica. Para diagnosticarlo suele ser suficiente una adecuada historia clínica y una exploración de la piel. En ocasiones puede ser necesario realizar una biopsia de la piel para analizar, especialmente en caso de localizaciones poco frecuentes o en adultos que nunca presentaron síntomas en la infancia.
¿A quién debo acudir si sospecho que tengo dermatitis atópica?

Muchos casos leves pueden ser controlados de forma exitosa desde atención primaria, sin embargo, en los casos de eccemas muy recurrentes o extensos es adecuado que el paciente sea valorado por un médico especialista en Dermatología. También es recomendable acudir a un dermatólogo en el caso de que aparezca en zonas atípicas, ya que podría tratarse de otras enfermedades.

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