El tratamiento de resurfacing consiste en la eliminación de las capas más superficiales de la piel para dar lugar a la regeneración de capas nuevas; esta regeneración favorece la desaparición de todas aquellas marcas, marcas y otros desperfectos superficiales que van haciendo mella en ella con el paso del tiempo. Durante este proceso, con el paso de los meses la producción de colágeno se multiplica con lo que la piel se tensa y muestra un aspecto mejorado.
Resurfacing ablativo fraccionado
Aunque la técnica de resurfacing empezó a practicarse con la destrucción completa e irregular de toda la piel de la cara, con periodos de baja post tratamiento muy largos y riesgo alto de infección, cicatrices, marcas y otros efectos secundarios, la técnica se ha ido refinando con el tiempo y a día de hoy se práctica como una técnica de láser fraccionado en la mayoría de los casos. El láser fraccionado en vez de cubrir toda la cara como un lienzo en el que el médico "borra" la piel que desea destruir, cubre una superficie de entre un 5% y un 25% de la piel tratada creando una matriz de quemaduras en forma de pequeños puntos, que deja espacios sanos entre los espacios tratados.
Los estudios realizados, indican que el resultado con la práctica de resurfacing fraccionado es bueno, y no muy distinto al tratamiento con láser continuo, sin las desventajas que acarrea este último. Un tiempo de recuperación bajo, cuya baja es opcional y de solo unos pocos días y cuyos riesgos y complejidad del tratamiento se minimizan drásticamente. A día de hoy el tratamiento de láser CO2 fraccionado es el tratamiento no quirúrgico más efectivo para favorecer el aspecto de la piel a nivel de manchas, marcas, arrugas, calidad de poro y tensión en solo una o dos sesiones y cuyos efectos son permanentes.
Después del tratamiento
Nada más finalizar la sesión, notará escozor en la zona tratada, que además presentará rojez y cierta inflamación. Con el paso de las horas, el escozor disminuye y la inflamación y rojez aumentan, el dermatólogo podría pautar algún tratamiento para minimizar este efecto.
Al cabo de dos o tres días, estos efectos más incomodos y engorrosos empiezan a disminuir y las pequeñas quemaduras visibles producidas por el láser se irán convirtiendo en costras, que se desprenderán en un período de 7 a 10 días, en función de la intensidad del tratamiento y las características propias de la piel del paciente y su capacidad de recuperación.
Lumenis Acupulse: Láser CO2 Superpulsado
¿Qué es el láser CO2?
Este tipo de láser se obtiene de la combinación de CO2 y una fuente de radiación. Se distingue de otros láseres por ser ablativo, potente y preciso. La energía generada por el sistema, es asimilada por el agua que contienen los tejidos, que al absorberla, resultan destruidos.
¿Qué es un láser superpulsado y qué lo hace especial?
Lo que hace especial a un láser superpulsado es la capacidad que tiene para entregar mayor potencia en un solo disparo, logrando así mayor profundidad en la piel y produciendo menor daño térmico, favoreciendo así los resultados y sobre todo, la recuperación.
Siempre antes de cualquier tratamiento, concertamos una consulta con el médico durante la cual se valora la idoneidad del mismo y se resuelven todas las dudas del paciente, cuyo precio es de 100 €. El día que el paciente acude a realizar un tratamiento o cirugía, no abona el concepto de consulta o revisión, solo el importe correspondiente al tratamiento o intervención según el presupuesto facilitado durante la consulta previa.
El precio del tratamiento varía en función del número de zonas a tratar, como se indica a continuación:
- Zona (periocular, bigote, etc.) : 200 €
- Cara: 400 €
- Cara y Cuello: 500 €
- Cara, cuello y escote: 600 €
Todos los precios incluyen IVA y revisión con retoque, si fuese necesario, 15 días después del tratamiento.