¿Qué son los puntos rubí?

¿Quien no tiene algún pequeño punto rojo en la piel? Empezamos por uno y cuando nos queremos dar cuenta tenemos 5 solo en un brazo y 20 en la espalda. La mayoría de las veces, estos puntos son lo que en dermatología llamamos punto rubí. Pequeñas aberraciones en los vasos que llegaron hasta la piel y aparecen dilatados sobre la misma. No son lesiones de las que preocuparse más allá de alguna molestia o por cuestiones estéticas, en cuyo caso tratarlas es muy sencillo, basta quemarlas mediante electrocirugía o luz pulsada.

¿Qué es un punto rubí?

Los puntos rubí, también conocidos como hemangioma capilar o hemangioma en cereza, son tumores vasculares completamente benignos y además sin capacidad para malignizar en el futuro, pero con un importante impacto estético. El punto rubí está compuesto por pequeños vasitos dilatados en la capa profunda de la piel. El tamaño de estos puntos puede ser desde menos de 1 milímetro (casi imperceptible) hasta grandes puntos rojos de 5-6 mm que pueden llegar a sangrar fácilmente con el roce, durante el día, al llevar a cabo nuestras actividades cotidianas.

Se considera que a partir de los 60 años, prácticamente todo el mundo tiene algún punto rubí.

angioma-punto-rubi

¿Es normal que yo los tenga?
Estos “lunares rojos” afectan tanto a hombres como mujeres. En muchos casos aparecen en la adolescencia, aunque la edad más frecuente de aparición está entre los 30 y 40 años. Van aumentando en número y en tamaño a lo largo de la vida. Se considera que a partir de los 60 años, prácticamente todo el mundo tiene algún punto rubí.

¿Por qué salen?
Aunque son lesiones muy comunes y conocidas, no está clara la causa por la que aparecen. Se cree que puede haber un componente hormonal asociado, ya que en muchas mujeres aparecen por primera vez o se incrementan durante el embarazo. En casos excepcionales un número excesivo puede estar ligado a determinados síndromes como el síndrome POEMS.

¿Cómo se diagnostican?
Por lo general, se diagnostica con la simple visualización de la lesión por el especialista, apoyándose en la dermatoscopia para mayor precisión. En menos de un 1% de los casos es necesario enviar una muestra al laboratorio de histopatología para confirmar el diagnóstico.

¿Cómo se trata?
No es una lesión que haya que tratar, no obstante, se recomienda destruirla o extraerla cuando existan dudas en el diagnóstico, si sangran con frecuencia o si el paciente está incomodo con su apariencia estética.

Existen varios tratamientos disponibles para retirarlos. Los principales son:

  • Cirugía convencional: no recomendada excepto si existen sospechas de tumor maligno.
  • Electrocirugía: eliminación del punto rubí a través del calor. El electrobisturí calienta una fina punta metálica al contacto con la piel y con ella se quema el punto rubí hasta su desaparición. Los resultados dependen del tipo de instrumental empleado y de la habilidad del médico. A veces, puede dejar cicatriz, especialmente en zonas como escote. Se recomienda esta técnica en lesiones de gran tamaño y muy abultadas o en aquellas en las que se requiera análisis.
  • Láser o luz pulsada: Se pueden utilizar láseres ablativos como el de erbioCO2, pero los más recomendables en cuanto a resultado cosmético y que suelen preferir los pacientes, son los dispositivos de luz pulsada (luz pulsada intensaIPL o luz colorante pulsado) ya que, al actuar directamente sobre el vaso sanguíneo y no dañar la capa superficial, mejoran el resultado estético. Recomendamos esta técnica especialmente en caso de puntos rubís múltiples de pequeño tamaño o en zonas delicadas como cara y escote.

Referencias

  1. Wikipedia, Sindrome POEMS