La quimioexfoliación consiste en la aplicación sobre la piel de uno o varios principios activos orientados a eliminar las capas más superficiales y acelerar el proceso de renovación celular, de forma poco invasiva.
Podemos obtener diferentes resultados en función del peeling aplicado, por lo general una parte de los efectos se aprecia de forma inmediata y otros se hacen más visibles con el paso del tiempo, a medida que la piel se regenera, permitiéndonos desde aportar un aspecto rejuvenecido, luminoso y sano a la piel hasta eliminar manchas, arrugas, fotoenvejecimiento, etc. Utilizamos los productos químicos de uso médico de mediderma® por su elevada efectividad y bajos efectos secundarios, más frecuentes en los tratamientos de peeling convencional; su aplicación es rápida y sencilla, se lleva a cabo en una sesión de aproximadamente media hora.
Los peelings producen cambios duraderos y solucionan diversos problema cutáneos.
- Daño actínico
- Queratosis actínicas, elastosis solar, lentigo solar, dermatoheliosis, alteraciones de la pigmentación.
- Hiperpigmentación
- Melasma, hiperpigmentaciones postinflamatorias.
- Irregularidades
- Acné, cicatrices superficiales, hiperplasia sebácea, rosácea.
- Mejora estética
- Disminución del exceso de producción de sebo, manchas, pequeñas arrugas superficiales, efecto tensor.
Siempre antes de cualquier tratamiento, concertamos una consulta con el médico durante la cual se valora la idoneidad del mismo y se resuelven todas las dudas del paciente, cuyo precio es de 80 €. El día que el paciente acude a realizar un tratamiento o cirugía, no abona el concepto de consulta o revisión, solo el importe correspondiente al tratamiento o intervención según el presupuesto facilitado durante la consulta previa. El precio del tratamiento varía en función de la potencia del peeling y el número de sesiones contratadas. Salvo contraindicación, la primera sesión se podrá llevar a cabo el mismo día de la consulta.
Todos los precios incluyen IVA.
En ocasiones aparece el problema de que el paciente se extraña o se siente engañado por el pago de la primera consulta si “no se va a hacer nada en ella” o finalmente decide no llevar a cabo un tratamiento.
Vivimos en una coyuntura donde por cuestiones de competencia y abaratamiento de la salud, los precios cada día son más bajos y la merma en la calidad está inevitablemente más presente; consultas de 5 minutos, instrumental y maquinaria de baja calidad, baja formación, etc. En este contexto, algunos centros ofrecen consultas gratuitas y generalizan el concepto de que la consulta no tiene sentido que se cobre.
Es habitual que especialmente aquellos centros que ofrecen tratamientos estandarizados de carácter exclusivamente estético, oculten que esta primera consulta no es en realidad una consulta, se busca atraer al paciente y quien le va a ver no es un médico o mucho menos un especialista, si no personal auxiliar (enfermería, administrativo o comercial), con formación para vender tratamientos, pero ninguna en medicina.
La primera consulta con nuestros médicos no tiene ningún carácter comercial, el profesional, además de los procedimientos médicos que habitualmente lleve a cabo, también administra tratamientos estéticos, pero no es un vendedor. Analiza la problemática del paciente siempre desde el punto de vista de la salud, de la exposición de posibles resultados, expectativas realistas, necesidad real de tratamiento, etc. es por este servicio, y el de diagnóstico, por el que se cobra una consulta.
Por supuesto, siempre podrá informarse gratuitamente en recepción, por correo electrónico o por teléfono sobre cualquier duda que pueda tener, los tratamientos disponibles, precios, etc. pero nunca le llamaremos a este tipo de atención primera consulta y nunca ofreceremos la consulta médica especializada de dermatología, con carácter médico o estético de forma gratuita.