Desde pequeña, la medicina siempre estuvo presente en mi familia. Mis padres, ambos médicos, empezaron ejerciendo en Neda y alrededores, allí crecí en la casa del médico durante la primera etapa de mi juventud. Luego, ya en Compostela, se incorporaron a la administración, liderando la modernización tecnológica de la sanidad gallega. Esta influencia continuada despertó en mí la fascinación por entender aquellos asuntos que atañen al funcionamiento de nuestro cuerpo. A mi padre siempre le gustó aplicar un enfoque muy analítico que me atraía y tenía una gran capacidad para ver más allá de lo evidente y encontrar solución a los problemas de salud que se le presentaban tanto en consulta siendo médico de pueblo, con los desafíos que eso implicaba, como luego en su faceta como gestor sanitario.
En este contexto, estudiar medicina fue una decisión vocacional, nunca me imaginé haciendo otra cosa y me gusta ejercerla desde un punto de vista científico, pero con la perspectiva del ojo clínico, con un punto artístico, que se perfecciona día a día en el trato con el paciente. Quiero ser alguien que no se limite únicamente a sanar, sino que también te escuche, comprenda y acompañe en procesos que en muchas ocasiones son largos y complejos. Me interesa especialmente la piel, un órgano que a menudo se percibe como secundario frente a otros, pero que en realidad constituye la frontera más visible de nuestro cuerpo, refleja nuestro estado de salud y bienestar, y tiene un profundo impacto tanto físico como emocional en quienes sufren sus enfermedades.
Por demanda de mis pacientes, he ido desarrollando un interés creciente por la dermatología estética. No obstante, mi verdadera pasión es la patología cutánea y conseguir resultados naturales que respeten la esencia de cada uno. Intento ejercer desde el compromiso ético y profesional, priorizando siempre el bienestar real por encima de modas o excesos comerciales. Creo que envejecer es un proceso natural que debemos vivir con serenidad y respeto, me limito a acompañar a quienes confían en mí para hacerlo saludablemente.
Trabajé en sanidad privada en diversos centros gallegos y madrileños y en la sanidad pública gallega al inicio de mi carrera. En enero de 2017 decidí independizarme en la ciudad que me vio crecer, con el objetivo de proporcionar a mis pacientes un centro acogedor y moderno donde ampliar la oferta asistencial y poder hacer las cosas a mi manera, ofreciendo un trato confortable y diferenciado del entorno clínico habitual. Todo esto puedo hacerlo gracias a ti ¡gracias!
Dermatóloga / Directora Médica
Elena Gómez