Estrías durante el embarazo ¿qué podemos hacer?

Es muy frecuente que las mujeres estén preocupadas por el desarrollo de estrías durante el embarazo y es realmente una preocupación justificada, ya que más de la mitad de las mujeres embarazadas van a desarrollar alguna estría durante este periodo.

Este es el motivo por el que en numerosos sitios web, tiendas, clínicas estéticas o farmacias nos bombardean con múltiple información sobre este tema, desde consejos más o menos acertados para prevenirlas, hasta la venta de productos supuestamente milagrosos para aplicar antes o una vez que aparecen las estrías ¿qué hay de verdad todo esto?

Empecemos hablando de por qué salen las estrías y es que ni siquiera algo tan básico se conoce completamente. Durante el embarazo, las estrías suelen salir principalmente en la barriga y en el pecho, aunque a algunas mujeres les puede aparecer también en los muslos o las caderas. La explicación más lógica es que el estiramiento de la piel es lo que da lugar a la estría, pero en la práctica existen otros muchos factores que van a producir que mujeres con poca tripa las desarrollen y mujeres con una tripa muy grande, incluso embarazadas de gemelos, no las padezcan.

Hay muchos trabajos científicos sobre este tema y especialmente durante el embarazo, aunque lamentablemente no hay ninguno en el que se haya estudiado a una cantidad significativa de mujeres y los resultados de unos y otros llegan a ser incluso contradictorios. Se han nombrado unos 25 factores de riesgo para desarrollar estrías, pero los más importantes, y los que se han visto repetidos a lo largo de estos estudios son:

  • Antecedentes familiares: si tu madre tuvo estrías, es mucho más probable que tú también las desarrolles.
  • Ser joven durante el embarazo: especialmente las mujeres menores de 25 años. Puede deberse a que la piel es más tersa que en mujeres de mayor edad y sufra más los efectos del estiramiento.
  • Tener sobrepeso antes del embarazo: cuanto mayor es el índice de masa corporal antes del embarazo, más probable es desarrollar estrías.
  • Aumentar mucho el índice de masa corporal durante el embarazo.
  • Tener bebés grandes o más de un bebé.

Otros factores interesantes aunque menos concluyentes incluyen una mala alimentación, beber poca agua o fumar.

Por otro lado, parece que realizar ejercicio antes del embarazo y tener una pared abdominal fuerte pueden proteger contra la aparición de estrías.

Con respecto a las cremas, hay muy pocos estudios con relevancia sobre este tema. La molécula más popular es la centella asiática, que parece tener efectos positivos, especialmente para disminuír la intensidad o gravedad de las estrías. Pero los estudios, otra vez, se han realizado con pocas mujeres y con productos compuestos de más principios activos que la centella asiática, y aún así los resultados no son espectaculares. También he encontrado estudios con aceite de oliva, aceite de almendras o aceite de coco, que en general concluyen que no son especialmente efectivos. Lo que parece disminuir ligeramente la cantidad y la gravedad de las estrías es aplicar cualquier hidratante, tanto crema como aceite y realizar un masaje en el momento de la aplicación (recomendandos 15 minutos de masaje, 2 veces al día).

Estrías en el abdomen

¿Y si ya nos han salido las estrías que podemos hacer?

Mi recomendación es esperar a después del embarazo. Se publicitan varios tratamientos beneficiosos para disminuir las estrías pero no son milagrosos. Pensad que la estría es similar a una cicatriz, se puede mejorar pero es difícil que desaparezca por completo.

Lo primero es seguir hidratando y masajeando. Podemos utilizar un aceite de rosa mosqueta que puede ayudar levemente. Hay tratamientos específicos que pueden ayudar como la tretinoína, mesoterapia, láser, carboxiterapia u otros, pero siempre actuando sobre la estría mientras está roja, ya que si se vuelve blanca, los tratamientos suelen ser muy poco eficaces.

Por último, pero no por ello menos importante, os recomiendo que si os afecta mucho busquéis ayuda psicológica que puede ser a través de un profesional y también en algún tipo de grupo de madres o crianza. A veces el mejor tratamiento estético es que nos ayuden a aceptar que nuestro cuerpo es bonito, aunque no se vea perfecto.

Bibliografía